Empecé a ver a los demás pasajeros inquietos, miraban por sus ventanas y empezaban a sacar fotos, yo estaba viendo HP 1 para calmar los nervios, hasta que vi en la pantalla, faltaba 1 hr para aterrizar, se me congeló la sangre cuando me di cuenta que estaba muy lejos de casa.
Me arreglé un poco el maquillaje, empecé a guardar mis cosas y a preparar todo para desembarcar. Se escucho por el altavoz, una voz un poco distorsionada “Welcome to Korea”, casi lloro.
Cuando por fin se abrió la puerta y bajamos, estaba llena de emoción, cruzamos lo más rápido posible el pasillo de cristal.
Tu queríamos pasar al sanitario ya que no nos quedaríamos en Incheon, íbamos a Seoul (eso es como a 90min de donde estábamos) cuando entramos nos dimos cuenta que estaban impecables, parecían los de un mall, ahí también aprovechamos para darnos una manita de gato. Esperar nuestras maletas duró una eternidad, la mía fue la última en salir.
Mientras caminábamos a la salida, las tesoritos (así del diremos) me dijeron que necesitaba una tarjeta para tomar el bus o el metro, así que mientras Dul compraba un chip para tener internet en este viaje ( Dul sería nuestra guía) yo corrí al seven a comprar mi tarjeta y ponerle saldo, para los 15 días aprox le puse 50,000 ₩
Camino a tomar el camión que nos llevaría a Seoul encontramos un ATM de helados!!! Así es viajeros tu puedes poner tu moneda o tu tarjeta y te daba un rico helado de fresa, chocolate o vainilla, lamentablemente no pude comprar uno por que no entendimos en ese momento las instrucciones.
Una vez en el camión dormí un poco más y justo cuando volví a abrir los ojos vi el río Han (한강) y para entonces estábamos muy cerca de llegar, debo de confesar que el camino era mucho más como que el avión y casi iba vacío.
Llegamos al hotel súper temprano, pero pudimos dejar nuestras maletas ahí y salir para empezar lo que sería nuestro primer día en Corea del Sur…
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